jueves, 5 de julio de 2018

APRENDIENDO DE FINLANDIA


SEGUIMOS APRENDIENDO
espacio para trabajo en grupos
aula regular
Hoy ha sido, sin duda, el mejor día de todos. Hemos comenzado visitando dos escuelas nuevas: Nepenmäen, que están a punto de ser terminada y Karhunmäen que lleva funcionando un año y medio. No sabría cómo describirlas. No sabría…esto hay que verlo para creerlo. Para empezar los coles son de la ciudad, de manera que cuando los construye lo hacen pensando en que las instalaciones sirvan también para ser utilizadas por los ciudadanos, de maner que en lugar de tener un cole y al lado una biblioteca, construyen una biblioteca espectacular en el cole y dan luego acceso a los ciudadanos. Además de los edificios hay muchas cosas que me han llamado la atención de cómo funcionan. Por ejemplo: los niños desde los siete años van solos a clase. Sus padres los dejan en casa y cuando llega la hora van andando o en bici al colegio. Llueva, nieve o haga sol. Se considera que si se les lleva en coche se les priva de la oportunidad de caminar o ir en bici y hacer ejercicio. También vuelven solos a casa y juegan con los amigos hasta que llegan los mayores y cenan juntos. Tienen talleres de cocina y de tareas del hogar (poner una lavadora, limpiar…) y a partir de tercero trabajan la carpintería metálica y de madera así como talleres de costura. Los niños y niñas salen al patio a diario, con lluvia, con nieve o con viento y nadie se queja. En los patios hay piedras y tierra y de todo y no pasa nada. Cuando les pregunté me contestaron que la única manera de controlar su aprendizaje es que todos sus errores los cometan en el cole, donde se les puede guiar y explicar lo que está bien y lo que no. Los alumnos de primero de la ESO ayudan a limpiar el instituto para que, cuando pasen a los cursos siguientes, valoren lo que cuesta mantenerlo limpio y no lo ensucien. Las vallas de los coles son muy bajitas y ni se escapa ningún niño ni ningún papá o mamá se pasa el recreo observándolos desde fuera o hablando con ellos. Ya os digo que tenemos muchísimo que aprender de esta gente, el país con los ciudadanos más felices del mundo. Por la tarde hemos tenido otra charla con Mari Petrelius, una maga de las nuevas tecnologías...pero hemos aprendido tanto que eso se merece otra entrada del blog. Buenas noches.

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