Por la tarde decidimos acudir a una de las tradiciones más famosas de Finlandia: la sauna. ¡En Finlandia hay más saunas que coches! Normalmente las saunas, e incluso algunas piscinas, están divididas por sexo, a pesar de ser una de las sociedades menos sexistas y más igualitarias de Europa. En las saunas se va desnudo y la gente se puede llevar su propia bebida y comida. Acuden personas de todas las edades, desde niños muy pequeños hasta ancianos. A la que nosotros fuimos es una de las más antiguas, con una caldera de leña y muy, muy, muy vieja... Las partes más altas son las más calurosas. Cuando alguien entra o sale de la sauna suele preguntar a los que está más arriba si quieren que eche agua a las rocas que están calientes por el fuego de la leña: cuanta más agua se echa, más se calienta la sauna. No se debe estar más de diez minutos, y entonces la gente se enrolla una toalla y se sale a la calle, se sientan en la acera y continúan tomándose su bebida, hablando y comiendo. En medio de la calle. Con bastante frío. Vestidos con una toalla mientras los viandantes pasan por tu lado como si fuera lo más normal del mundo encontrarte a varios hombres y mujeres descalzos y en toalla en la acera en medio de la calle. Había que vivir esa experiencia y allá que se lanzaron Ata y Daniel. Lo cierto es que después de estar en el calor de la sauna, salir a la calle medio desnudos no daba nada de frío.
miércoles, 3 de abril de 2019
NITTYKUMMUN KOULU y SAUNA FINLANDESA
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